En la actualidad, existe una gran variedad de aparatos auditivos en el mercado, que se enfocan en cubrir diferentes necesidades presentes en las personas. Dependiendo del tipo de pérdida auditiva que estés padeciendo, habrá un modelo de audífono específico que te ayudará a oír mejor.
¿Qué son los aparatos auditivos?
Los aparatos auditivos son pequeños dispositivos que amplifican el sonido, con el fin de ayudar a oír mejor a personas con problemas de audición. De esta forma, las personas pueden comunicarse mejor y llevar a cabo sus rutinas diarias, sin que se interponga la pérdida auditiva que padecen.
Como hay diversos tipos de aparatos para oír mejor, es necesario acudir a un especialista que evalúe tu condición antes de adquirir uno de ellos. En esa evaluación, el médico tratante tomará en cuenta algunos factores como:
- Severidad de la sordera o pérdida auditiva
- Tamaño y forma de la oreja
- Edad y actividades del paciente
- Enfermedades agregadas
- Estética
Una vez hecha la evaluación, el especialista indicará cuál es el tipo de aparato para el oído adecuado para ti.
Tipos de aparatos auditivos
Hoy en día, existen varios tipos de aparatos auditivos que son utilizados dependiendo de la necesidad de cada persona. Estos varían en tamaño, tecnología y forma de usarlos, siendo los más comunes los que listamos a continuación.
Detrás de la oreja (BTE).
Estos audífonos van colocados detrás del pabellón de la oreja, sujetados por un pequeño tubo flexible que se adapta a la forma de la misma. El sonido es conducido hasta el interior del oído, mediante un molde hecho a la medida y forma del conducto auditivo de la persona.
Este es el aparato para el oído más común, ya que por sus características físicas es muy resistente y fácil de utilizar.
Receptor en el canal (RIC).
Son aparatos para sordera muy parecidos a los BTE, pues también cuentan con una carcasa curva que se coloca detrás de la oreja. La diferencia es que el receptor queda ubicado en el canal auditivo en lugar de estar en la carcasa del aparato.
Estos aparatos ofrecen una mayor potencia y calidad de sonido y suelen ser casi imperceptibles a primera vista, ya que sus diseños son muy discretos.
En el oído (ITE).
Son aparatos muy ligeros, construidos a medida, que cubren por completo la entrada del oído y no utilizan tubos ni cables exteriores. Son recomendados para pacientes que padecen pérdidas auditivas elevadas, ya que sus amplificadores son muy potentes, aumentando considerablemente los niveles de sonido.
En el canal (ITC).
Son aparatos muy discretos, hechos a la medida del canal auditivo de la persona, que se introducen en el mismo de una manera sencilla. Son recomendados para personas cuya pérdida de audición no sea tan severa, que busque un dispositivo con buena estética y fácil de colocar.
Completamente en el canal (CIC).
Son pequeños aparatos para sordera que se colocan completamente dentro del canal auditivo, por lo que pasan desapercibido para el resto de las personas. Son usados por pacientes que valoran la estética debido al estilo de vida que llevan, aunque su autonomía es más corta que en otros modelos.
Diadema ósea. Este aparato estimula el oído interno por medio de la vibración ósea, se colocan en el mastoide y están conectados a un Aparato Auditivo Retroauricular. Son utilizados por aquellas personas que no pueden llevar un audífono, debido a que sufren una pérdida auditiva conductiva severa u otras patologías del oído.
¿Cómo saber cuáles aparatos auditivos deberías utilizar?
Como ya hemos dicho, actualmente existe una amplia gama de aparatos auditivos disponibles en el mercado. Determinar cuál es el aparato adecuado para ti, depende de varios factores que se deben considerar, además de requerir la evaluación de un especialista.
Una vez identificada el tipo de pérdida auditiva que padeces, podrás elegir entre los modelos recomendados, atendiendo a tu presupuesto y gustos particulares. Al final de cuentas, solo tú podrás escoger el dispositivo ideal para cubrir tus necesidades personales.
