En anatomía del oído, el conducto auditivo interno, también se conoce como meato auditivo interno, es un canal de estructura ósea que se sitúa en la base del cráneo. Tiene su lugar en el peñasco del hueso temporal del cráneo, su longitud es de 1 centímetro y tiene un diámetro de 5 milímetros.
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Además, tiene forma cilíndrica y cumple la función de canalizar el tránsito de varios nervios y arterias desde el interior del cráneo, hasta el oído interno. De allí que en ocasiones también se le llama el canal auditivo interno.
Estructuras que componen el conducto auditivo interno
Veamos en detalle cuáles son las estructuras que están presentes en este conducto auditivo interno, entre las que destacala presencia de vasos y nervios. Asimismo, trasmite desde la fosa craneal posterior hasta el aparato auditivo y vestibular. Su contenido es el siguiente:
- El nervio facial, es decir, el séptimo nervio craneal. Este tiene un componente motor que es el nervio facial propiamente dicho y un componente sensitivo conocido como nervio intermedio.
- El nervio vestibulococlear, es decir, el octavo nervio craneal.
También es donde se encuentra la arteria laberíntica o arteria auditiva interna que irriga la zona. Asimismo, contiene líquido cefalorraquídeo, que protege al sistema nervioso amortiguando impactos y evitando lesiones al cerebro o la médula.
Funciones del conducto auditivo interno
Cuando las diversas vibraciones emitidas por el oído medio arriban al oído interno, se transforman en señales nerviosas. Estas últimas son remitidas al cerebro mediante el canal auditivo interno, particularmente por el nervio coclear contenido en el conducto.
El proceso de audición, en el cual participa este conducto auditivo, es complejo y presenta el siguiente recorrido:
- Las ondas sonoras presentes en el aire arriban al oído externo mediante el conducto auditivo, el cual las hace llegar al tímpano.
- Estas ondas hacen vibrar al tímpano, el cual transmite las vibraciones a la cadena de huesecillos del oído medio.
- Estos huesecillos amplifican las vibraciones y las envían al oído interno desde donde el nervio coclear las transmite ya en formato de señales eléctricas al cerebro.
- El cerebro analiza y se encarga de transformar estas señales eléctricas en sonidos que reconocemos y entendemos.
La participación del oído interno y del conducto auditivo interno es fundamental en este maravilloso proceso que convierte las ondas sonoras en sonidos. Un aspecto interesante de la anatomía humana.
Higiene del conducto auditivo interno
Para limpiar adecuadamente esta área, usualmente se usa una jeringa con la que se vierte suavemente cierta cantidad de agua hacia el conducto auditivo interno. Seguidamente, debe inclinarse la cabeza para facilitar el drenaje del agua hacia el exterior del oído.
Dicha acción debe realizarse con mucha precaución para no causar lesiones al conducto ni a otras estructuras presentes en el oído. Las lesiones podrían tener consecuencias sobre la audición. Muchas de ellas requieren uso de audífonos, terapias o procedimientos quirúrgicos para ser resueltas.
De esta manera, hemos presentado aspectos relacionados con el conducto auditivo interno definición, elementos que lo constituyen, sus funciones y cómo debe realizarse su higiene.
El oído es un órgano fundamental y muy complejo entre los que componen el cuerpo humano, no en vano contiene al “laberinto”. Pero a la vez es un órgano frágil que requiere cuidado para que la audición permanezca sin alteraciones.

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