Miringitis bullosa es el nombre que se le da a la infección situada en el oído que inflama el tímpano y produce ampollas. Cualquier persona de cualquier edad puede padecer esta enfermedad. Es preciso ir al otorrinolaringólogo para que este examine el oído ante la sospecha de esta infección.
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La duración de esta infección puede ser de pocos días con tratamiento. El dolor suele aparecer de manera repentina en el oído infectado. En muchos casos las personas pueden presentar problemas para escuchar o sentir que un líquido sale de su oído. A lo largo de este artículo conocerás más acerca de esta enfermedad y cómo tratarla.
Síntomas de la miringitis bullosa
En muchas ocasiones las personas asocian la Miringitis Bullosa con una gripe debido a que los síntomas son similares. Sin embargo, el dolor en el oído y otros síntomas marcan la diferencia con una gripe. A continuación te explicaremos los síntomas de esta enfermedad.
- Fiebre
Al ser una infección la fiebre que se produce es muy alta y causa debilidad. El cuerpo empieza a sentir malestar general como si se tratase de una gripe. De igual forma se suele sentir malestar en la garganta o congestión nasal.
- Dolor
El dolor de oído aparece repentinamente y suele incrementar con el paso de las horas. El paciente también puede llegar a sentir dolor en su cara debido a que el oído se inflama y causa inflamación en el rostro. Otro tipo de dolor que puede presentar el paciente es muscular.
- Expulsión de líquido del oído
Las ampollas que esta enfermedad produce no contienen pus o un líquido. Sin embargo, al haber un proceso infeccioso dentro del oído, suelen desarrollarse otros tipos de infecciones que producen líquido. Este líquido suele salir por el oído y resulta muy incómodo para el paciente.
- Pérdida auditiva
El oído infectado presenta deficiencia al escuchar e incluso puede perder la audición en más de un 80%. Esto es temporal hasta que la infección sea tratada y el paciente vuelva a recuperar la audición.
- Pérdida de apetito
Esta infección causa pérdida de apetito debido a la fiebre y al malestar en el cuerpo. Los músculos del cuerpo pueden doler, la garganta también se ve afectada y la molestia en el oído es constante. El cuerpo se debilita y pierde el apetito en su totalidad.
- Sangrado
Esto no ocurre en todos los pacientes pero si es posible que suceda. La miringitis bullosa puede producir ampollas que contengan sangre. El otorrinolaringólogo se encargaría de hacer una limpieza interna en el oído si se presenta este caso en el paciente.
En el caso de tener estos síntomas es importante acudir al médico. El otorrinolaringólogo debe revisar el oído para asegurarse de la presencia de esta infección. El recetará los medicamentos pertinentes para que en pocos días esta desaparezca.
¿Cuáles son las causas de esta infección?
La miringitis bullosa es causada por la inflamación de tejidos dentro del oído. Esta inflamación puede ser debido a otras enfermedades dentro del oído como la otitis. También puede producirse por lesión al ingresar cuerpos extraños al oído. Los hongos dentro del oído también son causantes de esta enfermedad.
Es importante mencionar que la miringitis es contagiosa. Esta es una de las causas principales en niños que padecen esta infección. La contraen mientras juegan con otros niños. Si hay sospechas de esta infección se recomienda que el paciente evite el contacto con otros menores.
Tratamiento para la miringitis bullosa
El otorrinolaringólogo es el encargado de proporcionar el tratamiento que debe cumplir el paciente. Las dosis van a variar dependiendo de si es un niño o un adulto el que padece la miringitis bullosa. El tratamiento consiste en antibióticos y analgésicos. El antibiótico hace su efecto en pocos días y el analgésico reduce el dolor.
A los pacientes se les recomienda tapar el oído para evitar que ingrese agua a esa zona. Cada dos días el paciente debe acudir al médico para observar la evolución del tratamiento. En el caso de los niños, los padres deben tenerlo bajo supervisión para evitar que se toquen el área afectada. También se recomienda al paciente no escuchar música a alto volumen ni exponerse a fuertes ruidos.
