Definición del martillo o yunque del oído

El maravilloso sentido de la audición es un mecanismo complejo donde intervienen algunos huesos, entre ellos el martillo y el yunque del oído. Hoy vamos a adentrarnos un poco en la anatomía del oído medio, y a descubrir qué son estos pequeños huesecillos y cuál es su papel en la audición.

Osículos auditivos: martillo y yunque

El martillo del oído es uno de los huesos más sorprendentes del cuerpo humano. Su nombre formal es «malleus», esto debido a su fisonomía, que es muy parecida a una herramienta de trabajo (el martillo). El martillo lo encontramos, junto a otros dos osículos (el yunque y el estribo) dentro del oído medio, formando una cadena.

El yunque del oído o incus integra la llamada: cadena de huesecillos; lo localizamos entre el martillo y el estribo. Solo mide 0,7 centímetros, y su particular nombre se debe a su aspecto que es muy similar a un yunque en miniatura. Algo muy particular de estos huesos es que no crecen, a diferencia de los otros huesos del cuerpo humano.

Estos huesos se armonizan como una orquesta en miniatura. Gracias a esta sincronización es posible la audición. De hecho, los audiólogos aseguran que si estos huesos estuvieran ausentes en el oído, sólo se trasmitiría el 10% de la energía sonora al oído interno. Veamos algunos detalles del martillo y el yunque del oído.

Estas son las partes del hueso martillo

El malleus es el más voluminoso los huesecillos del oído, en él podemos diferenciar estas partes principales:

• Cabeza
• Cuello
• Mango o manubrio
• Dos apéndices o apófisis (lateral y anterior)

La parte superior del martillo tiene forma de huevo, y es la que se une al yunque, específicamente al cuerpo de este. El mango o manubrio es la parte que se conecta firmemente con la membrana timpánica. Y desde cuello, corto y aplanado, se hacen visibles los apéndices lateral y anterior del martillo, estas protuberancias también se introducen en la membrana timpánica.

¿Cómo funciona el martillo del oído?

Los dos osículos, el martillo y el yunque, se sincronizan de forma perfecta. Ambos rotan juntos y forman una especie de «palanca» de amplificación y ajuste de sonido. Como ya hemos mencionado, el martillo está profundamente unido a la membrana timpánica, por eso su función es recibir las vibraciones de esta, y transmitirlas al yunque.

El mango del martillo, recibe las vibraciones y ondas, y luego, como si de una palanca se tratara, pone en movimiento al resto de la cadena de huesecillos; provocando que el líquido del oído interno comience a vibrar. De modo que el martillo pone en marcha el mecanismo de transmisión del sonido.

Yunque del oído: anatomía y funcionamiento

El hueso yunque del oído trabaja en estrecha colaboración con el resto de los osículos para que se produzca la audición. Su tamaño es menor que el del martillo. Aunque se parece a un yunque en miniatura, también se asemeja a un diente. Si lo observamos con detenimiento, podemos identificar sus partes:

• Un cuerpo en forma de cubo y ligeramente aplastado (en forma de premolar)
• Dos apéndices o apófisis (superior e inferior)

El cuerpo del yunque tiene dos caras o carillas, y está conectado a la cabeza del martillo. De las dos prominencias o apéndices, hay una corta o superior, es la que se une a la pared timpánica; la inferior o larga es la que se une al estribo formando un ángulo recto con él. ¿Cuál es la función del yunque del oído?

El yunque se encuentra unido al martillo y al estribo a través de sus dos carillas. Una anterior (tiene forma de silla de montar) y una lenticular o inferior; la primera sirve para unirse al hueso martillo y la segunda para acoplarse al estribo. Su papel en la audición es el de recibir las vibraciones del martillo y transmitirlas al yunque.

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