La palabra otorrinolaringólogo, protagonista de muchos trabalenguas infantiles tiene su origen en el griego; es el resultado de la combinación de otos, rhis y larynx: oído, nariz y laringe. Más conocido como otorrino o médico de los oídos, es el especialista para el área respiratoria, los oídos, el olfato y la deglución; atiende también las estructuras encargadas de la voz y el habla.
Si quieres saber más sobre este valioso profesional médico, sigue leyendo. Tal vez algunos de las patologías que están en el área del otorrino te resulten familiares.
Patologías que trata el otorrinolaringólogo
El otorrinolaringólogo está capacitado para diagnosticar y tratar una gran variedad de enfermedades entre las que se encuentran las siguientes:
- Molestias en los oídos
Entre las afecciones más frecuentes que requieren la revisión de un otorrino están los zumbidos, dificultades para escuchar, inflamación y dolor de oído, sensación de vértigo. Incluso una parálisis facial puede estar relacionada con dolencias en los oídos.
Según la OMS, para el año 2050, una de cada cuatro personas en el mundo una tendrá problemas de audición. De allí que sea tan importante atender cualquier dolencia en los oídos mientras pueda tratarse farmacológica o quirúrgicamente, y no se convierta en algo irreversible.
- Afecciones en la nariz
Si presentas sangrado, pérdida del olfato, roncas al dormir, problemas de alergia, sinusitis, rinitis; todas estas son señales de que necesitas la atención de un especialista ORL.
- Dolencias en la garganta y el cuello
No poder tragar, sentir la garganta inflamada, el desarrollo de bultos; todos estos pueden ser síntomas de infección de amígdalas, en las adenoides, faringitis o laringitis. Como sea, es preciso buscar un diagnóstico temprano, ya que podría tratarse de un cáncer de laringe o faringe.
Oído, nariz y garganta: un triángulo conectado
Tal vez te preguntas porqué un solo especialista atiende dolencias en tres áreas diferentes del organismo. Pues, no son tan diferentes, están conectadas por un conducto llamado Trompa de Eustaquio, que va desde la garganta hasta el oído medio. Esto significa que hay una elevada probabilidad de que una alteración en el oído, en la nariz o en la garganta afecta a las otras dos áreas.
De manera que el otorrino tiene una capacitación integral para tratar, no solo el oído sino enfermedades de las vías respiratorias superiores. Y, más allá de la prescripción de fármacos o de terapia, está habilitado para realizar cirugías de oído, vías respiratorias, garganta y cuello.
Qué hace el médico ORL en su consulta
Consultarse con un otorrino no debe generar ningún temor. Normalmente, esto es lo que el médico hace durante la consulta:
- Inspecciona el oído externo con un otoscopio. Revisa el canal auditivo y el tímpano buscando anomalías. A veces, la causa del problema es solo un tapón de cera que se elimina con un lavado.
- Palpa el cuello. Revisa esta zona y las glándulas parótidas en busca de inflamación o formaciones anormales.
- Revisa la nariz cn un espéculo nasal. Con esta herramienta ilumina profundamente las cavidades nasales, llegando a las áreas menos accesibles por otros medios.
- Inspecciona la cavidad bucal. También revisa la garganta. De ser necesario utiliza el fibroscopio, un sistema que le permite ver el área inspeccionada en un monitor.
Una vez terminada esta revisión, el médico otorrino está en posición de ofrecer un diagnóstico inicial. Puede indicar algún tratamiento o terapia, así como otros exámenes especializados como una audiometría, una impedanciometría o pruebas vestibulares, entre otros estudios.
¿Cuándo visitar al ORL?
Lo primero que recomiendan los especialistas en otorrinolaringología es hacerse revisar los oídos una vez cada año. Es un control preventivo para evitar desarrollar enfermedades silenciosas o asintomáticas que, al revelarse, causan muchos problemas de salud. Además, hay algunas circunstancias que aplican para pensar en el examen de un otorrino, como, por ejemplo:
- Tienes problemas para escuchar durante una conversación, especialmente en entornos ruidosos. Debes solicitar que se te repita algo varias veces.
- Ves la T.V. o escuchas música con un volumen excesivo.
- Cuando estás al teléfono, oyes con mayor claridad por un oído que por el otro.
- Cuando te alejas de las personas o grupos que conversan, se te hace difícil comprender lo que dicen.
- Sufriste un shock acústico.
Estas son solo algunas de las señales que te indican que es hora de visitar un otorrino. No tomes ningunos de estos síntomas a la ligera, busca un centro auditivo cerca de ti; uno que cuente con un médico especialista en oídos, tecnología de punta y el buen trato que te mereces