La exostosis auricular, también conocida como oído de surfista, es una patología que produce malformaciones de tejido óseo dentro del conducto auditivo. Esta afección es recurrente en las personas que practican deportes acuáticos, debido a la exposición frecuente de agua y corrientes de aire frías.
Este padecimiento afecta el canal auditivo y puede provocar pérdida de la audición si no se trata a tiempo. Por ello, a continuación, te explicaremos en qué consiste esta patología, cuáles son sus síntomas y cuál es la forma correcta de tratarla.
¿Qué es la exostosis auricular?
La definición del oído de surfista o exostosis auricular indica que es el crecimiento anormal del hueso en el conducto del oído externo, donde se desarrolla un crecimiento óseo poco habitual que obstruye y debilita las funciones del oído. Esto reduce significativamente el diámetro del conducto auditivo, lo que, a su vez, afecta la membrana timpánica e impide que el cerumen salga de forma correcta.
La exostosis auricular es muy común en las personas que están expuestas a vientos fríos, climas húmedos y en quienes permanecen largas horas bajo el agua. La mayoría de los pacientes diagnosticados con este síndrome son deportistas acuáticos, sobre todo surfistas que habitualmente están en contacto con agua fría.
Esta patología es bilateral, puede afectar el funcionamiento de ambos oídos a la vez. Aunque es una condición benigna y fácil de tratar, la verdad es que, en algunos casos, pueden existir complicaciones que lleven al paciente a la pérdida total o parcial de la audición.
Causas del oído de surfista o exóstosis auricular
El síndrome del oído de surfista se genera por la reducción del diámetro del conducto auditivo. Esta degeneración impide que el agua que entra en el interior del oído se drene correctamente, lo que provoca infecciones recurrentes. Ciertos estudios han determinado que existen otras causas degenerativas.
- Golpes fuertes en el oído después de sufrir afecciones auditivas
- Anomalías genéticas
- Irritación crónica en el oído interno
Aunque la sintomatología de esta condición no es muy clara, se cree que los procesos infecciosos crónicos óticos a consecuencia de la inmersión en agua fría son la principal causa de la afección. Es decir, la exposición excesiva en los pacientes a condiciones climáticas adversas como agua fría y viento fuerte puede dificultar la función del oído y producir exostosis auditiva.
Síntomas del oído de surfista
Diagnosticar a los pacientes con este padecimiento puede significar un problema para los especialistas, sobre todo porque muchas veces no se produce síntoma alguno, ya que la afección progresa muy lentamente. Pero también existen síntomas más claros que hacen sospechar de la existencia de exostosis auricular:
- Infecciones recurrentes de oído
- Acumulación anormal de cerumen (tapones de cera en oído)
- Prácticas deportivas acuáticas
- Dolor de oído
- Hipoacusia conductiva
- Sensación de oído obstruido
- Pérdida parcial de la audición
El oído de surfista es una condición benigna a consecuencia de tumores óseos en el canal auricular que producen dificultad para vaciar el oído de cerumen o residuos de agua. Además, provoca infecciones frecuentes, ruidos y crujidos en uno o ambos oídos y también puede generar pérdida de la audición.
Diagnóstico de la exóstosis auricular
Para determinar si existe el síndrome de oído de surfista en el paciente, es necesaria la exploración física por parte de un especialista. Es decir, se debe realizar un examen exhaustivo con el otoscopio que permita visualizar el oído interno y externo.
Asimismo, las pruebas audiológicas, audiometría tonal, timpanometría y una tomografía son opciones muy efectivas en casos en donde esté comprometida gravemente la salud auditiva.
En los casos en los que no es fácil comprobar el padecimiento, se debe recurrir a una tomografía axial computarizada. Esta alternativa permite observar claramente la estenosis en ambos conductos auditivos.
Tratamiento del oído de surfista
El tratamiento para contrarrestar el síndrome de oído de surfista o exostosis auricular varía de un paciente a otro. En los casos donde la afección apenas se manifiesta es muy común que los médicos indiquen solo la limpieza periódica de oídos. Asimismo, se prescribe la aplicación de algunas gotas secantes de alcohol boricado después de que el paciente se exponga a la inmersión del agua fría.
Sin embargo, en los casos más graves la única solución a este problema es la intervención quirúrgica. Se trata de una operación sencilla, ambulatoria, con anestesia local, que tiene como finalidad retirar las protuberancias del conducto auditivo. Es decir, esta cirugía elimina el exceso de hueso que causa el síndrome.
La recuperación de la intervención es muy rápida. Después de 4 o 6 semanas, el paciente podrá realizar cualquier deporte acuático de forma habitual. Solo es necesario mantener un sistema de protección apropiado para evitar la reaparición del síndrome de oído de surfista o exostosis auricular.