Si la audición es la capacidad de oír, ¿la pérdida auditiva es una deficiencia? Algunos lo consideran un caso de déficit funcional y otros una discapacidad de nacimiento. Sin embargo, todo depende de cómo haya ocurrido la pérdida de audición.
Además, existen otros factores que también influyen en los tipos de pérdida auditiva. Por lo que, para entender el funcionamiento de esta discapacidad, a continuación, te explicamos todo acerca de cómo se puede perder la audición.
¿Qué es la pérdida de audición?
Es la incapacidad de recibir los sonidos, de manera normal, a causa de alguna lesión en el oído interno o en el nervio auditivo. Específicamente, la pérdida auditiva ocurre cuando existe un problema en una o más partes del oído. También puede provocarla una lesión cerebral.
Además, cabe destacar que la pérdida de la audición se puede presentar tanto en uno como en los dos oídos. Asimismo, se tiene constancia de niños que han nacido con el problema de la audición, por lo que el caso puede presentarse en diversas formas.
¿Cómo funciona?
Para poder comprender la pérdida auditiva, lo primordial es saber cómo funciona el oído. Primero que nada, el oído está conformado por tres partes:
- Oído externo
- Oído medio
- Oído interno
Dichas partes funcionan en conjunto para crear el placer de la audición. Primero, el oído externo recibe las ondas sonoras que después recorren el canal auditivo. Luego, dichas ondas sonoras golpean el tímpano en el oído medio.
Lo anterior causa una vibración que luego pasa al oído interno haciendo que las células ciliadas se muevan. Finalmente, estas células reciben la información, la hacen más fuerte y la ajustan para transferirlas al cerebro.
Tipos de pérdida auditiva
Ya sea la pérdida de la audición en el oído izquierdo, o la pérdida de la audición en el oído derecho, las causan pueden diferir. Asimismo, el tipo de pérdida de audición que se puede producir en cualquiera de los oídos, también puede variar.
1. Pérdida de la audición conductiva
La pérdida de la audición conductiva es una de las más fáciles de identificar. Esta ocurre cuando algo bloquea el sonido e impide que llegue al oído interno. Mayormente, algunas de las causas que generan este tipo de pérdida auditiva son las siguientes:
- Las infecciones en los oídos.
- La acumulación de cera o cerumen.
- Los problemas con los huesecillos del oído medio.
Medicamente, estas son las causas más frecuentes para este tipo de pérdida de la audición.
2. Pérdida de la audición neurosensorial
En el caso de la pérdida de la audición neurosensorial, ocurre cuando hay un problema con el oído interno. También puede deberse a una falla en la conexión entre el oído interno y el cerebro. Mayormente sucede cuando se produce una lesión en las pequeñas células ciliadas de la cóclea o en el nervio auditivo.
3. Pérdida de la audición mixta
La pérdida de la audición mixta ataca dos puntos estratégicos en conjunto, lo que provoca un daño conductivo y neurosensorial.
4. Pérdida de la audición central
En este caso, el problema no viene del oído en sí, sino de las conexiones con el cerebro. Por lo tanto, ocurre cuando el oído interno funciona correctamente, pero algunas partes del cerebro no.
Causas de la pérdida auditiva
Existen muchos motivos por los cuales una persona puede presentar la pérdida de la audición. A veces es hereditario y en otras los bebés nacen con problemas de desarrollo en el conducto auditivo. Sin embargo, también existen causas externas que pueden provocar la sordera. Por ejemplo:
- Infecciones graves como, por ejemplo, la meningitis.
- Fuertes lesiones en la cabeza o el cerebro.
- Auriculares (escuchar música mucho tiempo o con volumen muy alto).
- Rodearse de ruidos fuertes.
También pueden provocarlas diversas infecciones aparte de la meningitis, por ejemplo, la otitis. Sin embargo, en la mayoría de los casos, al curarse la infección, la audición regresa a la normalidad.
Tratamientos para la pérdida auditiva
En algunos casos, la pérdida auditiva no tiene más solución que recurrir a alguno de los instrumentos tecnológicos que ayudan a oír. En otros, no existe cura alguna. Sin embargo, en los casos más sencillos, la hipoacusia o sordera puede tratarse con diferentes tratamientos.
Todo dependerá del tipo de pérdida de audición. Para las más frecuentes, algunos de los tratamientos son los siguientes:
- Antibióticos y otros medicamentos que tratan las infecciones en los oídos.
- Intervenciones quirúrgicas.
- Audífonos especializados que incrementan el volumen de los sonidos.
- Dispositivos tecnológicos de ayuda para la audición (mayormente utilizados en niños).
También está el caso de los implantes cocleares para algunos niños que no pueden oír, aunque usen audífonos. Este aparato se encarga de reemplazar la función de la cóclea y envía señales eléctricas directamente al nervio auditivo.
Sin embargo, para cada uno de los casos existe una sintomatología especifica. Es decir, por ejemplo, no puedes operar por una infección sencilla que puede tratarse con antibióticos.