La reconstrucción de la membrana timpánica del oído se realiza a través de una cirugía conocida como timpanoplastia. Una de las enfermedades que degenera en este procedimiento quirúrgico es la timpanoesclerosis. Esta afección se produce en el oído medio y representa un gran problema que debe ser atendido de inmediato.
Entendiendo la timpanoesclerosis, ¿qué es la timpanoplastia?
Una infección recurrente y no tratada en el oído medio resulta en una inflamación severa. Si no se detiene, es posible que se involucren células fibrosas y algunos depósitos de minerales a nivel del oído medio. Esto provoca una timpanoesclerosis, y para tratar esta afección es necesario practicar una timpanoplastia.
La timpanoplastia es un tratamiento recomendado en casos de que la timpanoesclerosis haya provocado daños graves en el tímpano. Solo especialistas practican esta cirugía, tanto a niños como adultos.
Es un procedimiento donde se limpia el oído medio para retirar todo el tejido fibroso y las sales que han provocado el endurecimiento o la ruptura del tímpano. Por lo general se reconstruye la membrana a base del tejido celular de otra parte del cuerpo del paciente.
Se trata de una técnica quirúrgica muy amplia que se practica, no solo para reparar las secuelas que han dejado las enfermedades en el oído medio, sino, para corregir algunas anomalías que dan lugar a esas afecciones. Como cualquier otra cirugía, antes de practicarse una timpanoplastia, es importante conocer sus riesgos y consecuencias.
Riesgos
Uno de los riesgos más comunes es el sangrado o hemorragia en la zona de la cirugía. También existen otros peligros y síntomas después de la timpanoplastia:
- Mareos y el adormecimiento a nivel del oído o incluso de toda la cara
- Cicatrización lenta e incompleta del tejido timpánico reconstruido en la operación
- Daños en el nervio que controla el gusto
- Dolores agudos y punzantes después de la cirugía
- Daño irreparable a la cadena de huesecillos
En algunos casos puede ocurrir que la pérdida de la audición empeore después de una técnica de timpanoplastia. De allí la importancia de acudir a centros especializados de audiología, para detectar la timpanoesclerosis, el daño que ha causado y el procedimiento a seguir. Todo de la mano de verdaderos especialistas.
Por supuesto, todos estos riesgos se reducen cuando se siguen las instrucciones postoperatorias de los expertos.
Cuidados después de practicarse una timpanoplastia
Es necesario seguir, al pie de la letra, las recomendaciones del médico tratante. Aunque cada especialista tiene sus propias medidas de cuidado postoperatorio, estas son las recomendaciones más normales, después de una timpanoplastia:
- Evitar estornudar o toser de forma abrupta
- No halarse las orejas ni soplarse la nariz
- Cuidar que no entre agua al oído mientras se ducha (usar gorro de baño)
- No viajar en avión
- Evitar las piscinas o cualquier actividad que involucre nadar
El cuidado después de la cirugía exige llevar tapones, al menos 1 semana luego de la cirugía de timpanoesclerosis.
¿Cómo evitar una timpanoplastia?
La cirugía siempre es la última opción para el paciente y para el especialista. Algunas causas de la timpanoesclerosis están claras, pero otras, aún siguen sin determinarse. Es por eso que evitar la timpanoplastia no siempre será posible.
La detección a tiempo de infecciones a nivel de oído medio es una de las formas más seguras de tratarlas a tiempo y evitar daños graves a nivel del tímpano. Cuando las visitas a audiología se hacen responsablemente, es posible evitar una cirugía de timpanoesclerosis.
En casos en los que el tímpano no ha sufrido daños graves, es posible compensar la pérdida auditiva con otras soluciones más sencillas y menos riesgosas, como los audífonos.
