Saber cómo quitar mocos del oído de un bebé y limpiar los oídos es fundamental para cuidar la salud auditiva y su desarrollo y bienestar. Dado que los oídos desempeñan un rol vital en el desarrollo de áreas como lenguaje y comunicación, mantenerlos en buen estado es crucial.
Desde la llegada al mundo, como padres, debemos prestar especial atención a cualquier seña de incomodidad o signos de problemas auditivos. Sin embargo, al ser tan pequeños puede ser difícil identificar cuando hay alguna molestia. Algunas de las señales más frecuentes pueden ser la irritabilidad, tocarse muchos las orejas o dificultad para consolidar el sueño.
La limpieza en oídos de bebes puede generar tanto dudas como nervios, pues se trata de cavidades muy pequeñas y sensibles. En este caso, lo mejor es asistir con un profesional para evaluar de qué se trata y poder proceder con un tratamiento adecuado. Además, la mejor limpieza siempre la hará un especialista formado y capacitado para ese tipo de situaciones.
No obstante, esto no significa que en casa no podamos quitar cera en oídos de niños con cuidado y una técnica adecuada. En estos casos lo más importante es saber que no debemos introducir ningún tipo de objeto en el canal auditivo. Podríamos generar daños significativos en la estructura del oído o empujar la cera más profundamente, complicando su extracción.
¿Por qué debemos limpiar los mocos del oído de un bebé?
Ante la presencia de mocos en el sistema auditivo, la pregunta inicial es ¿por qué a mi bebe le sale moco por el oído? Esto puede pasar cuando hay congestión y la cavidad nasal (que es más amplia y se conecta con sistema auditivo) está llena de secreción. Es fundamental diferir entre cera y mocos en los oídos para poder darle los cuidados propios al bebé.
Además, cuando se presentan mocos en los oídos puede escalar a una otitis, generando más incomodidades y posibles daños. De manera que no podemos pasar por desapercibido el cuidado y la limpieza de estas zonas en los niños. Aunque esto pueda generar angustia, porque no lo vemos en adultos, los mocos no son exentos del desarrollo infantil.
La causa de los mocos en los oídos de los bebés radica en su pequeño tamaño. Al ser tan chiquitos y encontrarse aún en desarrollo, las estructuras de todo su cuerpo se encuentran en el mismo estado. Lo anterior incide en que cualquier resfriado obstruya las estructuras nasales con facilidad, llegando a lugares como los ojos y oídos.
La importancia de abordar los mocos y la cera en los bebés se centra en cuidar su bienestar y desarrollo auditivo. Pues, la acumulación de mocos puede afectarles y causarles molestias. Además, los mocos en los oídos pueden aumentar el riesgo de infecciones si no se manejan adecuadamente. Y las infecciones repetidas pueden tener consecuencias a largo plazo en la audición y el desarrollo del habla.
Todo lo que hay que saber para limpiar los oídos de los bebes
Recordemos que los oídos son zonas delicadas, en especial en los bebés, por lo que debemos asistir al médico para recibir instrucciones adecuadas al limpiarlos. En casa, lo que podemos hacer es tomar toallas húmedas o humedecer una tela para limpiar la cera o mocos del exterior.
Para hacer una limpieza en oídos de bebés más profunda, nuestros aliados serán las gotas, solución fisiología o sprays auriculares recetados. Al menos que sea instrucción médica, no debemos introducir ningún instrumento (casero o médico) para limpiar o eliminar los mocos, pues podríamos empeorar la situación.
Igualmente, si lo que queremos es quitar un tapón cera en el oído de niños el procedimiento es similar. En este caso se tienen que usar gotas especiales para diluir el tapón sin introducir ningún instrumento para extraerlo. Cuando las gotas no terminan de diluir el tapón, el especialista realizará la extracción de manera segura.
Oídos sin mocos, bebé feliz
Cuando hay mucha cera en los oídos niños o mocos en los oídos de un bebé, ellos sienten incomodidad y su bienestar se ve afectado. Cuidar su salud auditiva y saber qué hacer y qué no es esencial para brindarles un desarrollo adecuado.
Es por eso que la atención temprana a posibles problemas, una limpieza cuidadosa y visitas regulares a especialistas son pasos clave para garantizar un desarrollo sano.
